Estamos en marzo y en gran parte de España la temperatura exterior es muy baja. Llegar a casa y que haya una temperatura adecuada gracias a la calefacción es todo un placer, pero también es un lujo. Nos quitamos el abrigo y nos sentamos a cenar con nuestra familia. Son acciones de valor incalculable y momentos dignos de considerar.
Pero no todo lo que reluce es oro, ¿sabes cómo afectan estos hábitos de vida que llevamos al medioambiente?
🔥Empezando por la calefacción: el 75% de las calderas europeas sigue funcionando con energías contaminantes: gas, gasoil o carbón. Esta realidad provoca que el 12% del total de las emisiones de CO2 de Europa están vinculadas a las calefacciones domésticas. Una cifra muy alta, #HobeenHeroe. Por eso, desde Hobeen te ofrecemos Los mejores consejos para ahorrar en tu factura de gas. Donde encontrarás ayuda para optimizar el uso de tu caldera, reduciendo las emisiones de CO2 y, por tanto, el precio de tu factura.
👕 La ropa: Tan esencial en nuestro día a día. Resulta que el sector de la moda es el segundo más contaminante del mundo y cada vez se produce más ropa. ¿Lo sabías? La industria de la moda es responsable del 20% del desperdicio total de agua del planeta. Para hacer solo un pantalón vaquero, por ejemplo, se necesitan 7.500 litros de agua, lo que aproximadamente consume una persona en ocho años. ¡Es una barbaridad!
♻️ La solución es simple: reducir la compra de ropa desmesurada que hacemos y reciclar la que desechemos en los contenedores específicos. También puedes dar una segunda vida a la ropa comprando prendas de segunda mano o donarla.
🥩 Otro mal hábito del que no somos del todo conscientes es del excesivo consumo de carne que realizamos en España y cómo su producción repercute en nuestro medioambiente.
Según GreenPeace, la ganadería es responsable de la emisión del 14,5% de los Gases de Efecto Invernadero (GEI), tanto como todos los coches, trenes, barcos y aviones juntos. Estos gases provienen de los modelos de agricultura dependientes del petróleo, plaguicidas y fertilizantes químicos que sustentan la ganadería industrial. No podemos frenar el calentamiento global si no cambiamos el modo de producir y consumir carne.
¿Qué puedes hacer tú? Ante este escenario solo hay una solución: la reducción drástica de la producción industrial de carne. Apuesta por una dieta baja en proteína animal donde predominen alimentos de origen vegetal y locales. Será lo mejor para tu salud y para el planeta. ¿Te ha resultado interesante? ¡Únete a nuestra comunidad para conocer más sobre el planeta y qué puedes hacer por él.
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